ROJAS GÁLVEZ, IGNACIO
INTRODUCCIÓNPARTE PRIMERA. LLAMADAS1. Testimonio, búsqueda y permanencia (Jn 1,35-39)a) El Cordero de Dios al que seguirb) El seguimiento como dinamismoc) El interrogante sobre las motivacionesd) La experiencia del «dónde» de Jesúse) La propuesta de una experiencia2. Las mediaciones (Jn 1,40-42)a) Seguimiento por ósmosisb) La comunicación de la experiencia y el acompañamientoc) El encuentro: la historia personal y el nombre nuevo3. La llamada (Jn 1,43-44)Felipe, un discípulo singular4. El encuentro (Jn 1,47-53): de la desconfianza a la confesióna) La identidad de Jesúsb) Invitación y encuentroc) El llamado se siente conocidod) El inicio de un proceso eternoPARTE SEGUNDA. DISCIPULADO: LUCES Y SOMBRAS1. Discípulos en la nochea) «Fue a ver a Jesús de noche» (Jn 3,1)b) Escuchar su palabra y ver sus signosc) Aromas para el cuerpo de Jesúsd) El miedo que paraliza a los seguidores de Jesús2. Servidores de la palabra, testigos del dona) Un conocimiento superiorb) Al servicio del Pan3. El desencanto: la crisis del pan, abandono, incredulidad y traicióna) Discípulos escandalizados, incrédulos y desencantadosb) Crisis de comprensión, crisis de expectativas y discipulado hasta el extremo4. Mujeres discípulas y seguidoras de Jesúsa) María de Nazaret: madre y discípulab) La samaritana: «Venid a ver un hombre que me ha dicho lo que he hecho»c) María de Betania: a los pies del Maestrod) María de Magdala: enviada a anunciar la resurrección a los hermanosPARTE TERCERA. EL SEGUIMIENTO, ESPACIO DE APRENDIZAJE1. Estar con Jesús, la instrucción cotidianaa) Enseñanzas desde los acontecimientos de la vidab) Enseñanzas para acrecentar la fec) Enseñanzas en misión y para la misiónd) Enseñanza frente al límite de la muerte2. Amigos y no siervosa) Señas de identidad del discípulob) Signos para la construcción de la comunidadc) Señas ante el mundo de la verdad y el amord) Discípulos amigosCONCLUSIÓN
El tema del discipulado en el cuarto evangelio, el de Juan, es una cuestión apasionante. Si el lector rastrea cada una de las veces que aparece el término «discípulo» en el texto, pronto comenzará a percibir la riqueza e importancia que el evangelista concede a quienes Jesús ha llamado.Juan presenta el discipulado de forma diferente al resto de los evangelios. Tiene algo nuevo que aportar, y lo hace por medio de una serie de notas y características que se distinguen de cuanto hallamos en el resto de las tradiciones evangélicas.De este modo, el cuarto evangelio muestra lo peculiar del discipulado de Jesús tal y como es vivido en las comunidades joánicas. Los seguidores del Maestro tienen como referente al discípulo amado, que aúna los rasgos característicos del discipulado al que ha de aspirar todo creyente. Atraídos por Jesús, los discípulos joánicos van tras el Maestro desvelando las luces y sombras de todo camino de segumiento. El evangelio de Juan muestra, como diría Pablo, que los seguidores de Jesús son hombres y mujeres de barro, capaces de contener en la propia fragilidad el don que han de llevar a otros.La primera parte de este libro está dedicada al estudio de la llamada de los primeros discípulos; en la segunda, nos acercamos a los diferentes modelos de discipulado que aparecen en el relato; la tercera y última analiza la eseñanza de Jesús en el texto joánico.