GUIRADO, JOSÉ LUIS
La clave de itinerario nos permite mostrar la dinámica propia de la fe: presencia, ausencia, transformación; verdad, libertad, entrega... Al mismo tiempo todo mapa resulta imperfecto. Cada camino es único, singular, y en ningún caso supone ir alcanzando metas como fruto de nuestro esfuerzo.
Abandonarse es el milagro más grande que puede sucedernos. Entregando la vida es como nos vamos abriendo, como se nos va revelando el camino en toda su sencillez. Nuestro ser acepta esta purificación cuando entiende que es el Padre el que nos atrae y nos muestra su misterio de amor. No se trata de hacer oración, sino de permitirnos ser hechos por Dios.
Orar, pues, poco tiene que ver con seguir una disciplina de silencio, evitando distracciones y ansiedades como si fuese un ejercicio que, bien ejecutado, obtiene un premio llamado «contemplación». Es atención amorosa y confiada. Es fe enamorada que espera.
La gloria de Dios consiste en que el hombre viva, y el hombre, viviendo en su Presencia, es la gloria de Dios. De eso hablamos aquí, de cómo adviene ese Encuentro.