CAÑETE OLMEDO, JUAN JESÚS
Índice:
Introducción. Exploremos las razones y las dudas
Parte primera
La fe en Dios o la fe secularista ante el sentido,
la vida, la muerte y la esperanza
1. Apuntes sobre el secularismo, ¿desaparecerá la religión?
1. ¿Qué significa una época secular?
2. ¿Desaparecerá la religión?
3. ¿Por qué la religión no puede extirparse del corazón del hombre?
2. ¿Es la religión una cuestión de fe y el secularismo una cuestión de razón?
1. La fe religiosa y la fe secularista
2. El sustrato credencial de la razón
3. Convicciones éticas. Cristianismo versus secularismo
4. ¿Secularismo o cristianismo?
3. El secularismo y la religión ante la cuestión del sentido de la vida
1. El sentido de la vida. Dos respuestas antagónicas
a) De la modernidad a la posmodernidad
b) El sentido creado del secularista versus el sentido descubierto del creyente. ¿Cuál responde mejor a la realidad que vivimos?
2. Sentido y plenitud
a) La situación del perenne buscador eternamente insatisfecho
b) Las estrategias del hombre secular
c) ¿Cuál es la razón de la profunda insatisfacción del ser humano?
d) Una respuesta cristiana al sentido de la vida
4. La esperanza, una incómoda virtud para el secularismo
1. ¿Qué es la esperanza?
2. Del optimismo a la esperanza
3. A la muerte no hay que temerla; sin embargo, la temo
4. La respuesta del cristianismo
5. Y, después de todo, ¿qué?
5. Fe y secularismo ante el problema moral
1. El gran desafío
2. La obligación moral, una gran dificultad para el secularismo
3. ¿Qué alternativas quedan al secularista?: o la obligación moral no existe o es un puro hecho bruto
4. La moral como indicio de la existencia de Dios
5. ¿Qué decir de los derechos humanos?
6. Habrá que prestar más atención a la propuesta cristiana
6. La decisión de la fe
1. Una apuesta
2. El papel de la decisión en la fe
Parte segunda
¿Existe Dios? Las razones de la fe.
Argumentos a favor de la existencia de Dios
1. Más que demostrar, argumentar. Naturalismo versus teísmo
1. La razón ante la cuestión sobre Dios, una cuestión peculiar
2. ¿Qué haremos a lo largo de los siguientes capítulos?
3. Naturalismo versus teísmo
2. ¿Por qué existe algo y no más bien nada? El hecho de la existencia como un fuerte indicio de Dios
3. ¿Por qué nuestro universo es tan especial? la cuestión del fine tuning (el ajuste fino)
4. La vida y la evolución, ¿huellas del Creador?
1. Una nueva comprensión del mundo
2. La evolución y el teísmo cristiano
3. El surgimiento de la vida y su evolución como huellas de la acción divina
5. El Logos encarnado en la materia
6. La realidad del hombre como vía hacia Dios
1. La singularidad de la especie humana
2. La naturaleza humana, ¿imagen de Dios?
a) La conciencia reflexiva
b) La libertad
c) El hombre, imago naturalis e imago Dei
7. La realidad moral del hombre apunta hacia Dios
8. La belleza, un reflejo de lo divino. La via pulchritudinis
1. La experiencia de la belleza
2. La belleza y la decepcionante explicación naturalista
3. La belleza como camino hacia Dios
9. El problema del mal: si el mal existe, Dios existe
1. Un planteamiento erróneo del problema
2. Dios y el mal: si el mal existe, Dios existe
3. Una metafísica consoladora: solo Dios puede salvarnos. La necesidad de redención
10. Epílogo a la segunda parte. La racionalidad del teísmo. Quizá el secularista debería reconsiderar sus premisas
Parte tercera
¿Es razonable creer en el cristianismo?
1. Del teísmo al cristianismo
1. Una persona más que una religión
2. Pero ¿quién es Jesús?
2. ¿Es creíble la resurrección de Jesús?
1. Hechos que avalan la resurrección de Jesús
a) La existencia histórica de Jesús y su muerte por crucifixión
b) La sepultura de Jesús en una tumba
c) La tumba vacía
d) Apariciones del Resucitado
2. Busquemos una explicación
3. La resurrección, el imprimatur divino sobre la persona de Jesús
3. La huella cristiana en la modernidad
1. La intimidad y la particularidad de la conciencia
2. El individualismo y la libertad
3. La aspiración igualitaria
4. El concepto de universalidad
5. El ser humano como persona
6. La idea de esperanza
7. El mundo de los valores
8. La subversión evangélica de las víctimas
9. La cosmovisión cristiana y el surgimiento de la ciencia
10. Breve nota conclusiva
Parte cuarta
Dios y el silencio
1. Aprender del silencio
2. Busquemos el silencio
3. Los grandes depósitos del silencio
4. El silencio, la palabra y el lenguaje
1. El misterio del lenguaje
2. El silencio y la palabra
3. El encuentro y el silencio
5. El silencio, camino para viajar al interior
6. El encuentro entre Dios y el hombre en el silencio
1. El ruido y el alejamiento de Dios
2. El Dios que se oculta y se revela en el silencio
3. Buscar a Dios y buscarse en Dios
4. El silencio y el diálogo con Dios
5. El regalo del silencio
Parte quinta
Pensar la fe
1. Creerse Dios o creer en Dios
2. La fe como estructura esencial del ser humano
1. La necesidad de pensar sobre la fe
2. La estructura fiducial del ser humano
3. La inteligencia espiritual
4. La duda y la fe
5. Del intentar poseer al ser poseídos
6. En la frontera entre dos mundos
3. Hablar de Dios puede resultar presuntuoso, no hablar de Dios es imbécil
4. ¿Nos hace mejores la religión?
5. Recuperar el tiempo con aroma y la vida contemplativa
6. La experiencia religiosa, puente entre la razón y la fe
7. Experiencia y eclipse de Dios
1. Experiencia de Dios. Presencia e interpretación
2. ¿Por qué tantas personas parecen no tener una experiencia de Dios?
a) Experiencias de lo divino en el hombre secularizado
b) Miradas que entorpecen la experiencia de Dios
8. Después de todo, ¿por qué creemos?
1. Recurramos a la ciencia en busca de una respuesta
2. La fe pertenece a la naturaleza del ser humano
3. Las disposiciones previas para creer
4. Creemos porque Jesús salió a nuestro encuentro
5. Creemos porque la fe nos permitió encontrar el sentido de nuestras vidas
6. Dios habita en lo profundo
7. ¿Por qué creemos? Porque nos decidimos por el Misterio, y Dios nos agarró del cabello
Conclusión. La necesidad de una elección
Epílogo. Y ahora, ¿qué?
Las personas vienen a la fe en Dios, o se apartan de ella, por una mezcla de razones racionales, emocionales, personales y relacionales. Tanto los creyentes como los increyentes deben explorar esas razones. El mejor modo es descubrir y reflexionar sobre sus propias dudas, así encontrarán el fundamento en el que se basan sus respectivas creencias. En primer lugar, debemos hacerlo los creyentes; pensemos que una fe sin dudas es como un cuerpo humano sin anticuerpos; la fe se madura cuando afrontamos las cuestiones que esta nos suscita. De lo contrario, puede ocurrir que un buen día nos levantemos buscando la fe perdida. Solo los que han dado respuesta a sus propias objeciones adquieren la base necesaria para dar una respuesta razonada y ponderada a las cuestiones que le plantean los escépticos. También los escépticos deben esforzarse en descubrir la razón y la fe que se oculta tras sus objeciones. No olvidemos que todo tipo de duda supone una creencia alternativa; en el fondo, también el escéptico se mueve en el terreno de su propia fe. Dudar de sus dudas es un ejercicio necesario para poder establecer una búsqueda auténtica de la verdad. Si el increyente analiza sus dudas y examina las razones que le llevan a ellas, puede descubrir que las creencias personales en las que se basan no son tan sólidas como pudieran parecer al principio.