KANT, I.
Con esta célebre disertación latina de 1770 Sobre la forma y los principios del mundo sensible y del inteligible, Immanuel Kant, además de inaugurar su labor en la cátedra de Lógica y Metafísica de la Universidad de Königsberg, clausura el período precrítico de su filosofía y adelanta ya algunas de las tesis fundamentales que, once años después, habrá de mantener en su Crítica de la razón pura. Preocupado ante todo, como en esta, por el problema del método en la Metafísica, Kant propone ya aquí con toda claridad una de las doctrinas capitales de su filosofia crítica: que el espacio y el tiempo no son nada objetivo ni real, sino tan solo formas a priori de la sensibilidad. Ciertas razones justificativas de su futuro tránsito filosófico del realismo al idealismo transcendental están ya en esta obra más que insinuadas.