WOHL, LOUIS DE
Una novela histórica que pone de manifiesto el espíritu y el corazón de San Ignacio de Loyola y nos descubre un cuadro apasionante de la época en que vivió.
Don Íñigo de Loyola y Licona, soldado y aristócrata, yace en el lecho del dolor, recuperándose de una herida que ha recibido en el sitio de Pamplona.
Sus pensamientos se encadenan en dos direcciones diferentes. Por una parte, su carrera, cuajada de éxitos como caballero de Su Majestad el Emperador; una ascensión de honores y una posición envidiable desde la que miraría con orgullo a los ojos de la que podría ser su dama. Pero por una grieta de esos pensamientos que habían sido siempre tan alentadores, se cuela una luz centelleante: se ve a sí mismo como caballero de Dios, descalzo, comiendo sólo hierbas, mortificando su carne, subiendo por la estrecha senda que conduce al castillo de Dios. Siente el irresistible impulso de romper con todo su pasado sin demora. Desde ese momento, la vida de Ignacio cobra sentido.