GARCÍA MORIYÓN, FÉLIX
Prólogo. Carmen Azaustre SerranoIntroducciónI. La educación como actividad moral y política1. El nacimiento y consolidación de la escolarización obligatoria2. Un proyecto pedagógico marcado por la tensión3. Una tarea moral y política4. Para seguir leyendoII. Para qué vamos al colegio1. Los años de aprendizaje2. Objetivos credencialistas y objetivos personales3. La educación como proceso de subjetivación4. Para seguir leyendoIII. Educar en un mundo secular y pluralista1. El proceso de secularización2. Pluralismo y globalización3. Pluralismo y valores universales4. Para seguir leyendoIV. La educación moral1. ¿Qué valores morales enseñamos?2. Las aporías de la educación moral3. Los pilares de la educación moral4. Para seguir leyendoV. La ética del profesorado1. El profesor como agente moral2. Dificultades que es necesario superar3. El efecto paraíso4. Para seguir leyendoVI. Un aula convertida en comunidad de investigación ética1. El aula como espacio físico y la clase como período de tiempo2. La clase como comunidad de investigación3. Los procesos de evaluación4. Para seguir leyendoVII. Una escuela convertida en proyecto global de educación moral1. La escuela como institución democrática2. Familia y escuela3. El aprendizaje-servicio4. Para seguir leyendoVIII. La educación como una obra de arte1. Precisiones conceptuales2. Las obras de arte3. Bondad: unidad, verdad y belleza4. Para seguir leyendo
Cada persona es única. Lejos de ser productos fabricados en serie,sujetos a procesos estandarizados de elaboración, el ser humano vacreciendo y madurando según un camino singular, irrepetible. Por esola educación se convierte en una tarea artística, ajustada a laidiosincrasia de cada uno. Por otra parte, el sistema educativo actual tiene un componente importante de educación formal, con criterios yestándares. En este libro se reflexiona sobre la manera en la que laeducación formal busca resurgir la plenitud personal de los sereshumanos, haciendo hincapié en la dimensión moral, pues especialmente,a partir de los tiempos recientes, se hace evidente que la humanidadafronta retos de elevado nivel que exigen una profunda educación moral en niños y adolescentes.