ORTÍN MAYNOU, AURELIO
El Concilio Vaticano II tomó un número notable de decisiones que cambiaron la fisonomía de la Iglesia en muchos aspectos. Uno de ellos fue la restauración del diaconado como ministerio permanente y no, como era hasta entonces, como un simple paso para llegar al presbiterado. Como imagen visible, el hecho de que hombres casados presidieran celebraciones sacramentales como el bautismo y el matrimonio o ritos como el de las exequias representó todo un impacto. Pero, sin duda, el diaconado es bastante más que este impacto. Es el reconocimiento, dentro de la estructura de la comunidad cristiana, de un ministerio con unas finalidades específicas y amplias al mismo tiempo, que ayudan a la Iglesia a reconocer y visibilizar algunos de sus rasgos distintivos, como es el servicio a los demás. Este libro quiere ayudarnos a valorar cómo se ha realizado y cómo se ha vivido esta renovación del diaconado en nuestras comunidades: todo lo que ha aportado, todos los retos que ha comportado y comporta (eclesiales, familiares, profesionales, personales), y sus perspectivas de futuro. Aurelio Ortín Maynou (Barcelona, 1943) está casado y tiene cuatro hijos y ocho nietos. Es licenciado en Filosofía y Teología y profesionalmente ha ejercido de profesor, trabajo del que ahora está ya jubilado. Fue ordenado para el ministerio permanente de diácono en 1981, y actualmente es diácono adscrito a la basílica de Nuestra Señora de la Merced de Barcelona. Es director del Gabinete de Información de la Iglesia en Cataluña.