VILLAR, CARLOS
Siguiendo la paradoja del título del libro, esta obra pretende iluminar, desde la verdadera noche, algunos ámbitos de la vida cristiana. De algún modo, la oscuridad -cuando viene transida de sentido- engendra una belleza nueva. Es la luz de la cruz de Cristo que desvela la senda del amor verdadero, y sin la que nuestra mirada permanece ciega.