GIMÉNEZ GONZÁLEZ, AGUSTÍN
Este libro es el más importante de mi vida. Es un regalo para la Virgen, a quien le debo
todo. También es un regalo para ti, querido lector. No te asusten sus muchas páginas. Las devorarás sin darte cuenta. Para ti, para que conozcas a través de la Biblia que María es verdaderamente tu Madre. Que te ha engendrado a la Vida de su Hijo Jesucristo. Ella te amó al pie de la cruz. Deseó tu salvación, se unió de corazón al único Redentor, y colaboró directamente en tu redención. Desde entonces no ha dejado de amarte inmensamente, y lo hará hasta el final de los tiempos. Porque siempre ama, siempre intercede, siempre colabora en tu salvación y la de todos. Es algo que debes conocer y acoger, pues es el amor de tu Madre. De esto va este libro.
El papel maternal de María en la historia de la salvación atraviesa toda la Sagrada Escritura, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, como podrás descubrir en estas páginas. La Iglesia lo ha creído siempre, expresándolo por medio de su Sagrada Tradición y de su Magisterio. La intervención de María para que la salvación llegase a la tierra fue decisiva, esencial, necesaria, clave, imprescindible y maternal por voluntad de Dios. Sin la intervención de la Mujer Inmaculada, sin que hubiese dado naturaleza humana al Verbo Eterno, y sin colaborar perfectamente con Él en la redención venciendo a Satanás como mera criatura, no se habría dado la redención de la humanidad, y Ella no sería Madre nuestra, ni Madre de la Iglesia, ni Madre de la humanidad. Por eso se la ha llamado Nueva Eva, Mediadora universal, Corredentora o Abogada. Son títulos a veces discutidos, cuya historia conocerás a fondo en este libro. ¿Debemos seguir utilizándolos? Es más, muchos millones de católicos piden su proclamación dogmática. ¿Por qué? ¿Desde cuándo? ¿Qué pasó en el Concilio Vaticano II al respecto? ¿Y en la Comisión de Częstochowa? ¿Cómo está ahora la situación?
¡Descúbrelo!