INSA, FRANCISCO
Una lectura atenta del evangelio nos muestra que Jesús no sólo hizo y dijo muchas cosas. Como cualquier persona era Dios y hombre tenía una forma de ser, una personalidad, y eso se reflejaba en la manera de tratar a los demás, de hablarles e, incluso, de mirarles. La mirada de Jesús hacía que se sintieran queridos, con ganas de ser mejores y, en muchas ocasiones, incluso les llevaba a dejarlo todo y seguirle. El autor parte de esta idea y plantea dos preguntas a los chicos jóvenes entre 13 y 16 años y a quienes se ocupan de su formación cristiana: ¿Te gustaría tener la mirada de Jesús? ¿Te gustaría querer a todos de esa manera? La única forma de conseguirlo es imitar su mirada y su vida limpia, así como su forma de actuar y sus sentimientos. Solo de esta manera, uno llega a ser mejor amigo y, sobre todo, a estar más cerca del Padre. Ya lo prometió el propio Jesús: "bienaventurados los limpios de corazón, porque verán a Dios" (Mt 5, 8). Francisco Javier Insa es sacerdote. Trabaja como profesor en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma) y previamente ejerció como médico psiquiatra. Además de su trabajo pastoral con personas de todas las edades, se dedica al estudio de la bioética y de la psicología aplicada a la formación cristiana.