ALTABA GARGALLO, VICENTE
SiglasPresentación: La mujer, buena noticia para toda la humanidad, por Natalia PeiroIntroducción: La mujer, rostro del amor y de la ternura de DiosCapítulo 1: María, mujerIntroducciónI. Mujer, encarnada en la vida de su pueblo 1. Mujer de su tiempo 2. Mujer virgen y desposada 3. Mujer pobre 4. Mujer, madre de JesúsII. Mujer, expresión del rostro femenino y materno de Dios 1. Mujer, madre de Dios y de la Iglesia 2. Mujer, expresión perfecta de lo humano y de lo femenino 3. Mujer, expresión religiosa de la humanidad 4. Mujer, expresión de lo femenino de DiosIII. Mujer, portadora de salvación para la humanidad 1. Mujer, tipo de una Iglesia al servicio de la vida 2. Mujer, camino para descubrir la plena humanidad de Jesús 3. Mujer, mediación para descubrir el rostro maternal y misericordioso de Dios 4. Mujer, reivindicadora de la dignidad de la mujerPara la reflexión personal y en grupoCapítulo 2: María, mujer creyenteIntroducciónI. María, "la creyente" 1. La primera creyente 2. Mujer agraciada de Dios 3. Abierta ante el misterio 4. Vive su fe como respuesta libre y existencial 5. Madura su fe en el seguimiento de Jesús 6. Nueva imagen de creyente: Fe secular, abierta a lo nuevo y vivida en IglesiaII. María, modelo de creyente 1. Creyente de fe abierta al misterio 2. Creyente de fe confiada en la gratuidad de Dios 3. Creyente de fe, opción personal y respuesta existencial 4. Creyente de fe vivida en la historia 5. Creyente de fe abierta al futuro y a la vidaPara la reflexión personal y en grupoCapítulo 3: María, mujer solidaria y liberadoraIntroducciónI. Mujer solidaria con los pobres 1. Solidaria con los pobres 2. Con solidaridad activaII. Mujer liberadora 1. Liberación de todo el hombre y de todos los hombres 2. Liberación que se da en la historia 3. Liberación fundada en Cristo 4. Liberación por el camino del amor y de la conversiónIII. María, modelo de una solidaridad liberadora 1. Solidaridad que cree en el Dios de los pobres 2. Solidaridad que vive la dimensión política de la fe 3. Solidaridad que trabaja por la liberación histórica del hombre 4. Solidaridad que opta por los pobres y contra la pobreza 5. Solidaridad vivida en una Iglesia pobre y para los pobresPara la reflexión personal y en grupoCapítulo 4: María, mujer abierta al Espíritu y evangelizadoraI. El Espíritu y María en la obra de Lucas 1. El Espíritu en la teología de Lucas 2. El Espíritu y María en la Anunciación 3. El Espíritu y María en PentecostésII. El Espíritu y María en Mateo y Juan 1. El Espíritu y María en la concepción de Jesús según Mateo 2. El Espíritu y María en San Juan La madre de Jesús en las bodas de Caná María ante la cruz de Jesús y junto al discípulo amadoIII. María, modelo de una espiritualidad evangelizadora 1. Espiritualidad que vive la experiencia del Espíritu en lo hondo del ser 2. Espiritualidad que vive la experiencia del Espíritu en la encarnación de Dios 3. Espiritualidad que vive la experiencia del Espíritu en comunión con la Iglesia 4. Espiritualidad que vive la experiencia del Espíritu en la acción misionera 5. Espiritualidad que vive la experiencia del Espíritu en la acción transformadora del hombre y de la historia. 6. Espiritualidad que vive la experiencia del Espíritu en la ternura y la misericordia.Para la reflexión personal y en grupoCuatro puntos a modo de resumen Claves de los dibujos, por Patxi Velasco Fano Bibliografía citada
Un texto con lenguaje sencillo y profundo a la vez, que nos ayuda a descubrir y disfrutar los perfiles más significativos de la figura de la Virgen María como mujer, creyente, seguidora de Jesús, servidora de los pobres, buena noticia para toda la humanidad y fuente de espiritualidad para todos los cristianos y especialmente para quienes trabajan en la acción caritativa y social. Un acercamiento a la espiritualidad de María, mujer contemplativa y de acción, que sale de su casa para auxiliar a los demás sin demora -como tantas mujeres de hoy- y que canta en el Magníficat el espíritu de las Bienaventuranzas y de lo que Francisco llama "el gran protocolo" de la caridad (Mt 25, 31-46), criterio de discernimiento y camino privilegiado de santidad. La mujer que se nos manifiesta como modelo para no aceptar pasivamente las circunstancias adversas de la vida, sino creer en el Dios de los humildes y apostar desde la fe por la necesaria transformación personal y social.