MARC OUELLET
"El objetivo de este congreso es, en primer lugar, considerar y valorizar la dimensión antropológica de toda vocación. Esto nos remite a una verdad elemental y fundamental que hoy necesitamos redescubrir en toda su belleza: la vida del ser humano es vocación. No lo olvidemos: la dimensión antropológica, que subyace a toda llamada dentro de la comunidad, tiene que ver con una característica esencial del ser humano en cuanto tal: es decir, que el ser humano mismo, la persona humana, es vocación. [ ] El hombre y la mujer han sido creados por Dios y son imagen del Creador; es decir, llevan en sí mismos un deseo de eternidad y felicidad que Dios mismo ha sembrado en su corazón y que están llamados a realizar mediante una vocación específica. Por eso habita en nosotros una sana tensión interior que nunca debemos sofocar: estamos llamados a la felicidad, a la plenitud de la vida, a algo grande a lo que Dios nos ha destinado» (Francisco, Discurso a los participantes).