LARRA LOMAS, LUIS ESTEBAN
Prólogo: Juglares que mueven corazones.....5
Presentación: El santo más pintado.....7
Retablo de la vida de la Virgen y de san Francisco.....13
Nicolás Francés
Orar con el cuadro: Contemplativos en la acción.....23
San Francisco de Asís recibiendo los estigmas.....27
Maestro de Hoogstraten
Orar con el cuadro: Con todos los sentidos.....37
San Francisco de Asís.....41
Fernando Yáñez de la Almedina
Orar con el cuadro: Firmes en la fe.....48
La Coronación de la Virgen.....51
Vicente Macip
Orar con el cuadro: Pasear por el cielo.....61
Alegoría mística con san Sebastián, san Bernardo y san Francisco.....65
Alonso Sánchez Coello
Orar con el cuadro: Inclinarse ante el sufrimiento.....76
San Andrés y san Francisco.....79
El Greco
Orar con el cuadro: Sabiduría de la cruz.....88
El jubileo de la Porciúncula.....91
Ludovico Carracci
Orar con el cuadro: Amistad sin distancias.....102
San Francisco sostenido por un ángel.....105
Orazio Lomi Gentileschi
Orar con el cuadro: Abrazar los límites.....114
San Francisco confortado por un ángel músico.....117
Francisco Ribalta
Orar con el cuadro: Misterios de la vida.....129
Visión de san Francisco de Asís.....133
José de Ribera
Orar con el cuadro: De la amargura a la dulzura.....147
San Francisco en oración.....151
Francisco de Zurbarán
Orar con el cuadro: Solo Dios es eterno.....164
Visión de san Francisco en la Porciúncula.....169
Bartolomé Esteban Murillo
Orar con el cuadro: Flores de consolación.....181
Apéndices
Cuadros pertenecientes al Museo del Prado
en los que aparece san Francisco de Asís.....185
Palabra de san Francisco de Asís - Admoniciones.....190
Este volumen, verdaderamente fascinante, nos invita a una especie de peregrinación franciscana por las salas de uno de los museos más famosos del mundo, el Museo del Prado. El aparato crítico es necesario y ha sido elaborado en estas páginas de manera precisa y rigurosa: cada cuadro, cada autor, cada escena o retrato es objeto de una descripción puntual, remitiendo tanto a las fuentes hagiográficas como a los escritos del santo de Asís. Pero la sorpresa está en la capacidad de hacer que esos instrumentos interpretativos indispensables desemboquen en una verdadera contemplación, que es no solo estética sino también mística. En otras palabras, el lector descubrirá que tiene en sus manos también una guía espiritual, que conduce a la meditación y a la oración.