GARCIA MOURELO, SANTIAGO
El Credo, también llamado Símbolo o Profesión de fe, se reza en primera persona, aunque la Asamblea lo haga a una sola voz. Con ello expresamos nuestra adhesión personal a Dios y nuestra pertenencia a la Comunidad. Una cosa no se da sin la otra. Dios nos llama a través de otros a vivir en Comunidad y la Comunidad expresa y transmite el amor de Dios a todos.
En esta nueva entrega, los autores nos proponen las claves para profundizar en el Credo, partiendo de los detalles gráficos del póster y de breves consideraciones que facilitarán el trabajo didáctico a catequistas y animadores de grupos de fe.