MORENO LOSADA, JOSÉ
Prólogo, Álvaro Mota Medina
Introducción. Trama divina, hilvanes humanos
Domingo I de Adviento (Lc 21,25-28.34-36)
En pie ante el Hijo del hombre
Claudia cayó y no pudo mantenerse en pie
Tened cuidado
Domingo II de Adviento (Lc 3,1-6)
Una voz grita en el desierto: «Preparad el camino#»
Una voz grita en Navalcarnero
La profecía de la esperanza salvífica
Inmaculada Concepción de Santa María Virgen (Lc 1,26-38)
Dios, María y la revuelta de la historia
Hasta que la igualdad se haga costumbre en la Iglesia
María y Dios en la historia de la salvación
Domingo III de Adviento (Lc 3,10-18)
¿Qué hacemos?
Bautizarse en el Espíritu y el fuego de la sencillez
Bautizados en Espíritu y fuego
Domingo IV de Adviento (Lc 1,39-45)
Diligencia, bendiciones, alegría, saltos#
La alegría de Jorge y su compañía
¿Tiene Dios algo que hacer?
Natividad del Señor (Jn 1,1-18)
Poder para ser hijos de Dios
Sentencia de la vida: Palabra y carne
La salvación es carne nacida y amada
Sagrada Familia (Lc 2,41-52)
Vivir y cambiar las costumbres familiares
Sara y Ángel se casan en la Iglesia, ¿algo contracultural?
La familia en la clave del cuidado
Santa María, Madre de Dios (Lc 2,16-21)
Dios tiene nombre
Timoteo será su nombre
Ponerle nombre a Dios
Domingo II después de Navidad (Jn 1,1-18)
No era él la luz, sino testigo de la luz
La tensión de la luz y nuestra oscuridad
La Palabra tenía vida y era luz
Epifanía del Señor ( Mt 2,1-12)
Volver a mi tierra por otro camino
Hassan volverá a su tierra por otro camino
Los nuevos caminos de la Iglesia hoy
Bautismo del Señor ( Lc 3,15-16.21-22)
El pueblo en expectación
¿Ha estado el obispo?
La originalidad: ser del Espíritu
Domingo II del Tiempo Ordinario
Dios facilitador
Antonio, el cura de Berlanga, y su compañía
Llevar sosiego a la angustia y a la trepidación
Domingo III del Tiempo Ordinario
Hoy se ha cumplido esta Escritura
El nuevo arzobispo y la Escritura
Volver a la palabra con la vida
Presentación del Señor (Domingo IV del Tiempo Ordinario) (Lc 2,22-40)
La ley, el oráculo y la liberación
Profetas de hoy: la ILP Regularización
La ley de la vida
Domingo V del Tiempo Ordinario ( Lc 5,1-11)
Y, puestos a la obra#
Quince años ¿de vida o de muerte?
La red y los pescadores: el Reino
Domingo VI del Tiempo Ordinario (Lc 6,17.20-26)
Dios no es imparcial
Verdaderos y falsos profetas
La Iglesia de las bienaventuranzas
Domingo VII del Tiempo Ordinario (Lc 6,27-38)
Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo
Vivir sin límites
La mayor libertad
Domingo VIII del Tiempo Ordinario (Lc 6,39-45)
El árbol y sus frutos
Un sacerdocio que rebosa servicio
Los frutos de Dios en Cristo
Domingo IX del Tiempo Ordinario (Lc 7,1-10)
¿Dónde encontramos la fe?
Merece que se lo concedas
Las razones del corazón: elegidos para cuidar
Domingo X del Tiempo Ordinario (Lc 7,11-17)
Compasión en la muerte
Ver morir al hijo y caminar en la fe
¿Qué hemos ganado#?
Domingo XI del Tiempo Ordinario (Lc 7,36-8,3)
El perfume de las mujeres de la salvación
El perfume de Sara y los pies queridos
El ungido, el crisma, el buen olor de Cristo
Domingo XII del Tiempo Ordinario (Lc 9,18-24)
El interrogante permanente
¿Quién es mi padre? Adrián, hijo
Quiero confesarte, como el centurión
Domingo XIII del Tiempo Ordinario (Lc 9,51-62)
La radicalidad evangélica
La gracia de Gracia y el arte de José Manuel
Desde la vida comprometida
Domingo I de Cuaresma (Lc 4,1-13)
Hasta otra ocasión
Los cardenales y sus estrategias
No nos dejes caer en la tentación
Domingo II de Cuaresma (Lc 9,28b-36)
Se asustaron al entrar en la nube
El interrogante de la JMJ: ¿verdadero Tabor?
Y vio Dios# ver a Dios
San José, esposo de la Virgen María (Mt 1,16.18-21.24a)
Poner nombre, las cosas de Dios
Un taller sobre la escucha
José y Dios, silencio y escucha
Domingo III de Cuaresma (Lc 13,1-9)
Yo cavaré alrededor y le echaré estiércol
Carlos y el papa: cavando y animando
Te llevaré al desierto y te hablaré al corazón
Domingo IV de Cuaresma (Laetare) (Lc 15,1-3.11-32)
Ver y conmoverse
Queridos Ernesto y Alfonso, pastor y hermano
Mirarnos y conmovernos
Domingo V de Cuaresma (Jn 8,1-11)
Fuera de condenas
«No me lo devuelvas»
Sacar lo mejor de cada uno
Domingo de Ramos en la Pasión del Señor (Lc 22,14-23,56)
«Como el que sirve# el amor»
Maternidad crucificada: morir de amor
Oración para un Domingo de Ramos
Jueves Santo en la Cena del Señor (Jn 13,1-15)
«Me llamáis el Maestro y el Señor»
Jueves Santo y anónimo de un sacerdote
La revolución del lebrillo y la toalla
Viernes Santo en la Pasión del Señor (Jn 18,1-19,42)
« Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mt 27,46)
Abrazados al Crucificado
Por la señal de la santa cruz#
Vigilia Pascual en la Noche Santa (Lc 24,1-12)
La noche y la luz
Resurrección: injusticia y compasión
«¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?»
Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor (Jn 20,1-9)
Entender las Escrituras
Ángeles de la resurrección
El pregón de un aleluya compartido
Domingo II de Pascua o de la Divina Misericordia (Jn 20,19-31)
Como el Padre me ha enviado, así os envío
Soy cura diocesano, a tu manera
Oración del apóstol enviado
Domingo III de Pascua (Jn 21,1-19)
Acompañamiento, cuidado y amor
Vicente, pastorea mis ovejas
Iglesia acogedora y misionera
Domingo IV de Pascua (Jn 10,27-30)
No perecerán para siempre
Paula, al cielo directamente
Nada nos podrá separar
Domingo V de Pascua (Jn 13,31-33a.34-35)
El mayor amor en el mayor dolor
Entre el odio y el amor: José y su ceguera
Amar en la contradicción
Domingo VI de Pascua (Jn 14,23-29)
Mi paz os doy
Leonardo, enfermo y pastor, apóstol de la paz
Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde
Ascensión del Señor (Lc 24,46-53)
Con alegría, bendiciendo siempre a Dios
El baile de José María
Ascender: el reto de la alegría para los cristianos
Pentecostés (Jn 20,19-23)
¿Iglesia del miedo?
Lo que hay detrás del cura de mi pueblo
Ahora es el tiempo de la comunidad en libertad, el tiempo del laicado, de los jóvenes
Santísima Trinidad (Jn 16,12-15)
Iglesia trinitaria, sinodal y circular
Composición de lugar
La comida
La eclesiología de fondo
La circularidad
Interpelaciones
Corpus Christi (Lc 9,11b-17)
Dadles vosotros de comer
Anyoly y Leticia: pan partido, repartido, compartido
Corpus Christi: un Dios que se da partido, a trozos
San Pedro y San Pablo, apóstoles (Mt 16,13-19)
Atar y desatar
Francisco y Enrique, apóstoles hoy
Reflexión personal: «Yo no soy del papa»
Domingo XIV del Tiempo Ordinario (Lucas 10,1-12.17-20)
Un Dios de misión
Raquel, una de los setenta y dos
Equipo apostólico y lugar comunitario
Domingo XV del Tiempo Ordinario (Lucas 10,25-37)
Haz esto y tendrás la vida
El gesto radical del cuidado
El corazón de la Iglesia samaritana
Domingo XVI del Tiempo Ordinario (Lc 10,38-42)
El Dios de la Palabra y la escucha
Antonio, electricista, experto en silencio contemplativo
Jesús, hombre de escucha, silencio y palabra
Domingo XVII del Tiempo Ordinario (Lc 11,1-13)
Pedir lo que nos conviene
Toca decidir y hacerlo con Espíritu
Orando al Buen Pastor con su Espíritu
Domingo XVIII del Tiempo Ordinario (Lc 12,13-21)
La sed de tener o vivir
El que amasa riquezas para sí
Decrecer para crecer
Domingo XIX del Tiempo Ordinario (Lc 12,32-48)
Haceos talegas que no se echen a perder
La colecta y las ofrendas en la Guía
Corazones para cuidar en la lógica del don
Asunción de la Virgen María (Lc 1,39-56)
El fin de la creación: la gloria de Dios
Yo quiero que tú seas feliz
La Asunción y el reto de los cuidados: todo está interconectado
Domingo XX del Tiempo Ordinario (Lc 12,49-53)
El éxodo de la vida y de la historia
Amor, cuidado y conflictos
La tensión de la libertad y el Dios del éxodo
Domingo XXI del Tiempo Ordinario (Lc 13,22-30)
Conocer a Cristo lo es todo
La imagen de Dios y el amor: conocerlo
Nadie conoce al Padre sino el Hijo
Domingo XXII del Tiempo Ordinario (Lc 14,1.7-14)
Dichoso tú, porque no pueden pagarte
La señora de Honduras y las señoras de la calle Goya
Jesús y su Iglesia, don para los pobres
Domingo XXIII del Tiempo Ordinario (Lc 14,25-33)
El misterio de la cruz y el seguimiento
Saltando las verjas: comunidad en libertad
La radicalidad de la libertad evangélica
Exaltación de la Santa Cruz (Domingo XXIV del Tiempo Ordinario) (Jn 3,13-17)
Condenar o salvar
La cruz y su gloria en el centro de la Luz
Orando ante la cruz gloriosa de Cristo
Domingo XXV del Tiempo Ordinario (Lc 16,1-13)
Desde el becerro de oro
El niño, el padre y el banco
El deber y el haber
Domingo XXVI del Tiempo Ordinario (Lc 16,19-31)
La serpiente de oro
¿Jugando con lo humano? Los que no juegan
De vueltas con la dialéctica de lo humano
Domingo XXVII del Tiempo Ordinario (Lc 17,5-10)
La providencia
¿Por qué vinimos a esta eucaristía?
¿Qué celebraciones litúrgicas estamos celebrando?
Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario (Lc 17,11-19)
¿Uno de cada diez?
Uniendo fe y vida
Oración desde los leprosos
Domingo XXIX del Tiempo Ordinario (Lc 18,1-8)
Creer en la justicia
Raíles de decencia, justicia e igualdad
El compromiso por la justicia
Domingo XXX del Tiempo Ordinario (Lc 18,9-14)
Dos hombres en el templo, dos modos de orar
La estampa de un Dios amoroso y humilde
El Dios de los humildes y sencillos
Todos los Santos (Mt 5,1-12a)
Estad alegres y contentos
El regalo de mi hermana, las bienaventuranzas de los cercanos
El reto de la alegría (santidad) evangélica
Domingo XXXI del Tiempo Ordinario (Lc 19,1-10)
Hoy ha sido la salvación de esta casa
Cuando Zaqueo es un cura y abre la casa
Sentir con Zaqueo hoy
Dedicación de la basílica de Letrán (Domingo XXXII del Tiempo Ordinario) (Jn 2,13-22)
Y dieron fe a la palabra#
Nuestro templo y su palabra de fe
Los anuncios y sus formas: examen de conciencia
Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario (Lc 21,5-19)
Ocasión de dar testimonio
Echeverría, mártir, ruega por nosotros
El amor que da identidad y libertad
Jesucristo, Rey del universo (Lc 23,35-43)
Que se salve a sí mismo: ¡imposible!
Estaremos contigo en el paraíso
Los que son del reino de Dios y Cristo es su Rey
Oración sacerdotal con el Rey crucificado, ya resucitado, en Galilea
Epílogo, Mario Ramírez Torrero
La vida, túnica de una sola pieza donde solo la mirada atenta sabe apreciar las puntadas de un textil hecho de jirones divinos y humanos. En esta obra se ponen a nuestra disposición las herramientas para invitar a cada persona #creyente o no# a realizar su propio trenzado particular. Tras la metáfora se descubre un talento verdaderamente especial en observar los fragmentos, a menudo deshilachados, de la realidad, aventurando posibles formas de zurcir y reconstruir. Trama divina, hilvanes humanos es una llamada a actuar; a descubrir la tela sobre la que Dios estampa, con hilvanes y pespuntes, un sueño de dignidad para cada persona; y a sumar nuestras manos a las de tantas personas que saben hacer del lienzo oscuro de la historia el tapiz extendido de la vida.