BERGOGLIO, JORGE MARIO (PAPA FRANCISCO)
Ungidos y enviados: dos movimientos en el corazón del presbítero. Ungidos con el óleo de la alegría y enviados para hacer llegar a las periferias esta unción, capaz de sanar y de liberar. Ungidos por el Espíritu para una misión que el propio sacerdote no puede cumplir sin desinstalarse de su propio egoísmo, de todo sueño cómodo de poder y vanidad para volverse disponible y situarse al servicio de los demás.