IRAGUI REDÍN, MARCELINO
Los discípulos veían frecuentemente a Jesús en oración profunda y prolongada. Y notaban cómo de ahí salía el Maestro transfigurado, lleno de un poder sobrehumano para enseñar, sanar y liberar a cuantos a Él se acercaban. Un día le dijeron: ?Maestro, enséñanos a orar?. Y jesús les enseñó una oración breve, pero impactante, compendio de su Evangelio. Si reflexionamos sobre el Padrenuestro a la luz del Espíritu, nos iremos impregnando de la mente y de las enseñanzas auténticas del divino Maestro. Esta oración contiene una inmensa fuerza para despertar, para sorprender, para cambiar la vida del orante, de la Iglesia y del mundo.