CANCELO GARCÍA, JOSÉ LUIS
No es fácil precisar la riquísima personalidad de san Agustín a través de la explicación de los símbolos del escudo agustiniano pintado en 1898 por Pereira Câo en la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, en Lisboa. No son muchos: águila bicéfala, dos alas, el sol, la luna, la mitra, la correa, el libro y el corazón en llamas. El escudo manifiesta la grandeza asombrosa, admirable y prodigiosa de la persona de Agustín apasionada portentosamente por la Verdad y por Dios. En la correspondencia epistolar habida con san Jerónimo aparece la personalidad de Agustín vibrante y apasionada de amor por la verdad; humilde hasta pasar, sin importarle, como el más ignorante de los alumnos, pero que no ceja de preguntar hasta conseguir cohonestar las piezas diversas, poniendo en dificultad al maestro