DEL VALLE GARCÍA, CARLOS
Introducción I. TABOR, APERITIVO DEL REINO 1. Nobleza obliga... Mirando al espejo 2. Vida consagrada con identidad definida y motivación alimentada II. A LA CAZA DE CÓMO VIVIR 1. Antes el «cómo» que el ?por qué? 2. Evangelio que llega al encuentro 3. Fe, seguimiento, encuentro 4. Dejemos paso a la esperanza III. CELEBRANDO HUMANIDAD COMPARTIDA 1. «La vida era la luz de los hombres» (Jn 1,4) 2. Para una gramática de lo humano IV. LO MARAVILLOSO SE ENCARNA EN LO COTIDIANO 1. Realidad: voluntad de Dios escrita en la vida 2. Y vio Dios que era bueno 3. En lo sencillo nos jugamos lo grande V. EL MAR UNE MAJESTAD Y TERNURA 1. El amor lleva las manos cargadas de entrega 2. Lo nuestro es dar la vida 3. Servicio: acariciar un mundo herido VI. SOLO EL AMOR TIENE ALGO QUE DECIR 1. Que hablen los que aman 2. Sedientos de fraternidad 3. Con el pobre al lado y Dios dentro VII. LA VIDA SALE DEL CORAZÓN DE DIOS 1. Lo más importante bajo el sol son los vínculos 2. La manzana, lenguaje amoroso del manzano 3. Para abrir en la tierra sucursales de cielo VIII. PALADAR DE BIENAVENTURANZAS 1. A quien en la lengua tiene a Dios, todo le sabe a Dios 2. La bondad es la auténtica revolución 3. Sobran maestros, faltan discípulos IX. LA ILUSIÓN DE TENER SALUD NO ES ESTAR SANO 1. Cara y cruz de la cruz cristiana 2. Lo más bello..., lo que uno ama 3. Consolidar cimientos de humanidad X. DEJAR QUE ACTÚE LA LEVADURA 1. La misión es nuestra fuerza aquí y ahora 2. Tu vida, oasis para que otros descansen 3. Misión: propiciar una escuela de discípulos Conclusión
Sobran maestros y falta gente con paladar de bienaventuranzas. En esta obra, Carlos del Valle habla de la vida consagrada como protagonista y ofrece páginas que tienen mucho de interpretación de experiencias. Estamos ante un libro que profundiza en lo común evangélico, lo profundamente humano, y contagia identidad bien definida y motivación bien alimentada. Para el autor, consagrado es quien está en el corazón de Dios, no solo ocupado en cosas de Dios; con el pobre al lado y Dios dentro; quien hace de su vida un comentario al Evangelio. La obra busca dejar un poso de serenidad y confianza en la bondad del mundo, y para ello Carlos del Valle va sacando al baile a sus personajes favoritos: deseo, humanidad, sencillez, sensibilidad, servicio, alegría, bondad, humildad? presencia del Espíritu. "Para que los religiosos no nos dediquemos a vender pan, sino a ser levadura".