TEÓFANES EL RECLUSO
Tiene el lector en sus manos una de las joyas de la espiritualidad rusa del siglo XIX, que con el tiempo se ha convertido en un verdadero manual para adentrarse en la vida espiritual y perseverar en ella.
Su autor fue un hombre culto y viajado, profesor, traductor y escritor de éxito, respetado obispo y famoso monje en el monasterio de Vishen, desde el que influyó enormemente a pesar de su reclusión gracias al casi medio millar de títulos que salieron de su mano y a una actividad epistolar incansable.
Las ochenta cartas que recoge esta obra se caracterizan por su finura psicológica y su luminosa hondura teológica. Cada una de ellas representa una etapa que el lector está invitado a recorrer con la joven destinataria a la que van dirigidas.
A través de un lenguaje sencillo y preciso, Teófanes aborda los diferentes temas como un experimentado maestro del espíritu que siente como suyos los problemas de la persona que le encomienda su vida. De ese modo, practica el difícil arte de la paternidad espiritual, cuya característica más destacada es la cardiognosis o el conocimiento del otro desde el centro íntimo de su corazón. Tras casi dos siglos, estas cartas conservan toda la frescura y profundidad que brotan del Evangelio.
Teófanes el Recluso (1815-1894) es uno de los genios espirituales del Siglo de Plata ruso.