DE SANTIAGO RODRIGUEZ, MIGUEL
INTRODUCCIÓN 
	  SALMOS DE ACCIÓN DE GRACIAS  
	
	 SALMO 9: Defendiste mi causa y mi derecho 
	SALMO 18 (17): Tú salvas al pueblo afligido  
	SALMO 22 (21): Dios mío, ¿por qué me has abandonado?  
	SALMO 28 (27): Escucha mi voz suplicante 
	SALMO 30 (29): Cambiaste mi luto en danzas 
	SALMO 32 (31): Perdonaste mi culpa y mi pecado 
	SALMO 34 (33): Gustad y ved qué bueno es el Señor 
	SALMO 40 (39): Aquí estoy para hacer tu voluntad  
	SALMO 66 (65): Qué admirables son tus obras  
	SALMO 67 (66): Que todos los pueblos te alaben  
	SALMO 68 (67): Nuestro Dios es un Dios que salva  
	SALMO 92 (91): Es bueno dar gracias al Señor 
	SALMO 116 (114-115): Caminaré en presencia del Señor  
	SALMO 118 (117): Este es el día en que actuó el Señor  
	SALMO 124 (123): Como un pájaro de la trampa del cazador  
	SALMO 129 (128): El Señor rompió las coyundas de los malvados  
	SALMO 138 (137): Cuando te invoqué, me escuchaste  
	
	  SALMOS DE ALABANZA  
	
	 SALMO 8: Qué admirable es tu nombre en toda la tierra  
	SALMO 19 (18): El cielo proclama la gloria de Dios  
	SALMO 29 (28): La voz del Señor 
	SALMO 33 (32): Aclamad, justos, al Señor 
	SALMO 65 (64): Tú mereces un himno en Sion 
	SALMO 76 (75): Dios es grande en Israel  
	SALMO 103 (102): Bendice, alma mía, al Señor  
	SALMO 104 (103): Todo lo hiciste con sabiduría  
	SALMO 105 (104): Recordad las maravillas que hizo el Señor 
	SALMO 111 (110): Grandes son las obras del Señor 
	SALMO 113 (112): Bendito sea el nombre del Señor  
	SALMO 117 (116): Alabad al Señor todas las naciones 
	SALMO 135 (134): Tu recuerdo de edad en edad 
	SALMO 139 (138): Tú me sondeas y me conoces  
	SALMO 146 (145): El Señor levanta a los humillados  
	SALMO 147 (146-147): El Señor se complace en sus fieles  
	SALMO 148: Alaben todos el nombre del Señor  
	SALMO 149: El Señor ama a su pueblo 
	SALMO 150: Todo viviente alabe al Señor  
	
	  SALMOS DE PEREGRINACIÓN  
	
	 SALMO 15 (14): ¿Quién puede habitar en tu monte santo?  
	SALMO 24 (23): El Señor es el Rey de la gloria 
	SALMO 26 (25): He procedido con rectitud  
	SALMO 46 (45): El Señor está con nosotros  
	SALMO 47 (46): Dios reina sobre las naciones  
	SALMO 48 (47): Grande es el Señor en Sion  
	SALMO 84 (83): Dichosos los que viven en tu casa  
	SALMO 87 (86): El Señor ama a Sion  
	SALMO 93 (92): El Señor reina, ceñido de poder 
	SALMO 96 (95): Regirá el orbe con justicia  
	SALMO 97 (96): El Señor es rey sobre toda la tierra  
	SALMO 98 (97): El Señor revela a las naciones su justicia  
	SALMO 99 (98): Santo es el Señor, nuestro Dios 
	SALMO 100 (99): Dios nos hizo y somos suyos  
	SALMO 106 (105): Se olvidaron de Dios, su salvador 
	SALMO 114 (113A): Cuando Israel salió de Egipto  
	SALMO 115 (113B): Los que temen al Señor confían en el Señor 
	SALMO 122 (121): Vamos a la casa del Señor 
	SALMO 125 (124): Los que confían en el Señor  
	SALMO 126 (125): Cuando el Señor cambió la suerte de Sion  
	SALMO 127 (126): Si el Señor no construye la casa  
	SALMO 134 (133): Bendecid al Señor los siervos del Señor  
	SALMO 136 (135): Porque es eterna su misericordia  
	SALMO 145 (144): El Señor es bueno con todas sus criaturas  
	
	  SALMOS DE LAMENTACIÓN Y SÚPLICA CONFIADA  
	
	 SALMO 3: Tú, Señor, eres mi escudo  
	SALMO 4: Me diste alivio en la angustia  
	SALMO 5: No eres un Dios que ame la maldad 
	SALMO 6: El Señor ha escuchado mi súplica  
	SALMO 7: Daré gracias al Señor porque es justo  
	SALMO 10 (9): No te olvides de los humildes  
	SALMO 11 (10): El Señor aborrece al que ama la violencia  
	SALMO 16 (15): Tú, Señor, eres mi único bien 
	SALMO 23 (22): El Señor es mi pastor  
	SALMO 27 (26): El Señor es mi luz y mi salvación  
	SALMO 39 (38): El hombre es un soplo fugaz  
	SALMO 42 (41) # 43 (42): Sed del Dios vivo 
	SALMO 56 (55): En Dios confío y no temo  
	SALMO 59 (58): Tú eres mi refugio en el peligro  
	SALMO 61 (60): Tú eres mi refugio  
	SALMO 63 (62): Mi alma está sedienta de ti  
	SALMO 91 (90): Al amparo del Altísimo, a la sombra del Omnipotente  
	SALMO 108 (107): Con Dios haremos proezas  
	SALMO 121 (120): El auxilio me viene del Señor  
	SALMO 123 (122): A ti levanto mis ojos  
	SALMO 131 (130): Como un niño en brazos de su madre  
	
	  SALMOS DE LAMENTACIÓN COLECTIVA   
	
	 SALMO 12 (11): Tú, Señor, nos guardarás y nos librarás  
	SALMO 44 (43): Levántate a socorrernos  
	SALMO 60 (59): Con Dios haremos proezas  
	SALMO 74 (73): Acuérdate de tu comunidad  
	SALMO 80 (79): Que brille tu rostro y nos salve 
	SALMO 90 (89): Señor, tú has sido nuestro refugio  
	SALMO 137 (136): Junto a los canales de Babilonia  
	
	  SALMOS PENITENCIALES Y DE CONFIANZA   
	
	 SALMO 13 (12): Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho  
	SALMO 17 (16): Guárdame como a las niñas de tus ojos  
	SALMO 25 (24): Enséñame, Señor, tus caminos  
	SALMO 38 (37): En ti, Señor, pongo mi esperanza  
	SALMO 51 (50): Ten piedad de mí, oh Dios  
	SALMO 54 (53): El Señor sostiene mi vida 
	SALMO 55 (54): Yo confío en ti, Señor  
	SALMO 57 (56): Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria  
	SALMO 62 (61): Solo Dios es mi roca y mi salvación  
	SALMO 64 (63): Protege mi vida del terrible enemigo  
	SALMO 69 (68): Me llega el agua al cuello  
	SALMO 70 (69): Señor, date prisa en socorrerme  
	SALMO 71 (70): No me rechaces ahora en la vejez  
	SALMO 77 (76): En mi angustia busco a Dios 
	SALMO 86 (85): Tú, Señor, me ayudas y consuelas  
	SALMO 88 (87): Mi vida está al borde del abismo 
	SALMO 102 (101): Tú eres siempre el mismo 
	SALMO 120 (119): Líbrame, Señor, de los labios mentirosos  
	SALMO 130 (129): Desde lo hondo a ti grito, Señor  
	SALMO 140 (139): Defiéndeme, Señor, de la mano perversa  
	SALMO 141 (140): Suba mi oración como incienso en tu presencia 
	SALMO 142 (141): Atiende a mi clamor, que estoy agotado  
	SALMO 143 (142): En la mañana hazme escuchar tu gracia  
	
	  SALMOS DE IMPRECACIÓN  
	
	 SALMO 35 (34): Yo soy tu salvación 
	SALMO 52 (51): La suerte del pérfido  
	SALMO 58 (57): Hay un Dios que juzga en la tierra  
	SALMO 79 (78): Salva a los condenados a muerte 
	SALMO 83 (82): Oh Dios, no te quedes inmóvil y callado  
	SALMO 94 (93): Levántate, juzga la tierra  
	SALMO 109 (108): Dios es el defensor del pobre  
	
	  SALMOS REALES Y MESIÁNICOS  
	
	 SALMO 2: He entronizado a mi rey  
	SALMO 20 (19): El Señor da la victoria a su Ungido  
	SALMO 21 (20): El rey se alegra por tu fuerza 
	SALMO 45 (44): Prendado está el rey de tu belleza  
	SALMO 72 (71): Que defienda a los humildes del pueblo  
	SALMO 89 (88): Anunciaré tu fidelidad por todas las edades  
	SALMO 101 (100): Voy a cantar la bondad y la justicia  
	SALMO 110 (109): Siéntate a mi derecha  
	SALMO 132 (131): El Señor hizo a David un juramento  
	SALMO 144 (143): Líbrame de la mano de los extranjeros  
	
	  SALMOS SAPIENCIALES  
	
	 SALMO 1: El Señor protege el camino de los justos  
	SALMO 14 (13): No hay quien obre bien 
	SALMO 31 (30): A tus manos encomiendo mi espíritu  
	SALMO 36 (35): Tu luz nos hace ver la luz 
	SALMO 37 (36): Los justos poseen la tierra  
	SALMO 41 (40): Dichoso quien socorre al desvalido  
	SALMO 49 (48): El hombre no perdura en la opulencia  
	SALMO 53 (52): ¿No aprenderán los malhechores?  
	SALMO 73 (72): Mi felicidad es estar junto a Dios  
	SALMO 78 (77): Lo que nos contaron nuestros antepasados  
	SALMO 107 (106): Clamaron al Señor y él los salvó  
	SALMO 112 (111): Dichoso quien teme al Señor  
	SALMO 119 (118): Dichoso el que camina en la ley del Señor 
	SALMO 128 (127): Que el Señor te bendiga desde Sion  
	SALMO 133 (132): Que vivan unidos los hermanos  
	
	  ORÁCULOS  
	
	 SALMO 50 (49): El Señor juzga a su pueblo  
	SALMO 75 (74): Yo juzgaré rectamente  
	SALMO 81 (80): Ojalá me escuchase mi pueblo  
	SALMO 82 (81): Levántate, oh Dios, y juzga la tierra  
	SALMO 85 (84): La salvación está cerca 
	SALMO 95 (94): Aclamemos jubilosos al Señor  
	
	 RELACIÓN DE LOS SALMOS 
Este poemario en prosa, Salmodia en mí: el eco de tu voz , completa la cuatrilogía que Miguel de Santiago ha publicado en esta misma colección, dedicada a los distintos tipos de oración que aparecen enumerados en los clásicos de espiritualidad. 
Si en los anteriores poemarios el autor se centraba en la oración contemplativa y la oración mental, en el presente se adentra en la que podemos llamar oración vocal, puesto que recoge el eco personal de cada uno de los ciento cincuenta salmos de la Biblia en el alma del poeta. 
 Esta salmodia es canto poético y oración, con gran capacidad expresiva y rítmica, en la que se recoge una amplia gama de sentimientos del ser humano de todos los tiempos: confianza en Dios, alabanza, acción de gracias, adoración, lamento, angustia, súplica, arrepentimiento