ZAMORANO LÓPEZ, LUIS ALFONSO
Índice:
Prólogo, de José Carlos Bermejo
¿Por qué este libro?
Primera parte.
Comprendiendo si es que se puede el abuso sexual infantil
1. ¿De qué hablamos cuando hablamos de abuso sexual infantil?
1. ¿Existen diversos tipos de ASI?
2. ¿Es lo mismo pederastia que pedofilia?
2. ¿Son muchos o pocos los casos?
1. Estados Unidos
2. Chile
3. España
4. La Iglesia católica
3. ¿Es algo del pasado o relativamente reciente?
4. ¿Cuáles son las características comunes del ASI?
1. ¿Cómo es posible que el abuso se extienda en algunos casos durante años? El proceso de «vampirización» y «síndrome del hechizo»
2. ¿Cómo es que las víctimas no hablaron antes? La imposición del secreto
3. ¿Por qué el menor llega incluso a proteger a su abusador? Las amenazas y la inversión de roles
4. ¿Por qué el relato de las víctimas suele tener incongruencias? La confusión
5. La responsabilidad del ASI
5. ¿Cuáles son las principales consecuencias del ASI? «El abuso es el Everest de todos los traumas»
1. ¿Qué factores influyen en que las heridas sean más o menos persistentes a lo largo de la vida?
2. ¿Qué signos suele mostrar el menor para sospechar que ha sufrido un abuso sexual?
a) Daños (indicadores) físicos
b) ¿Cuáles son los principales daños psicológicos?
3. ¿Víctimas de abuso y vocación sacerdotal o religiosa?
6. Sobre los abusadores
1. ¿Qué hace que una persona se convierta en una abusadora?
2. ¿Es posible la rehabilitación-sanación del abusador?
3. ¿Cómo situarnos ante el abusador?
4. En cuanto a los abusos por parte del clero, ¿es el celibato el problema?
5. ¿Qué decir sobre los castigos que impone la Iglesia a los abusadores?
6. ¿Cómo saber si en una comunidad o grupo hay abuso de autoridad o manipulación de conciencia?
7. Una palabra sobre el clericalismo
7. Sobre las falsas denuncias y la difamación. «¿Qué te va a dar Dios, lengua embustera?» (Sal 120,3)
¿Cómo valorar el rol de los medios de comunicación?
Segunda parte. Claves para el acompañamiento psico-espiritual de los supervivientes
Introducción
1. ¿Qué hacer cuando un adulto nos cuenta que ha sufrido abuso en algún momento de su vida?
2. ¿Cómo actuar ante la sospecha de abuso?
3. ¿Cómo actuar frente a la revelación de un menor?
4. ¿Cómo denunciar un abuso ante la Iglesia?
5. Pero después de tanto tiempo, ¿denunciar el abuso?
6. ¿Hacer público el nombre del abusador?
7. ¿Cuáles son los primeros pasos de la sanación interior?
1. Reconocer ante uno mismo lo vivido
2. Romper el silencio
3. Permitir que se desaten crisis
4. Elaborar el duelo
8. Superar el miedo y la desconfianza
9. Acompañar la reparación de la autoestima
1. Aprender a amarse a uno mismo
2. Entender bien la aceptación de sí mismo
3. Saber reconocer una autoestima suficiente o deficiente
4. Acompañar la relectura de la biografía afectiva
5. Autocuidado
6. La comunidad de fe y el grupo como factor reparador de la autoestima
7. La experiencia de ser amados incondicionalmente
10. Sanación de los sentimientos de culpabilidad y vergüenza
1. ¿Es lo mismo «culpa» que «culpabilidad»?
2. ¿Cómo trabajar el sentimiento de culpabilidad?
3. Acompañar el proceso de la revelación
11. Acompañar la aceptación de la propia historia y resignificar mal sufrido
12. ¿Es apropiado nuestro lenguaje eclesial?
1. ¿Ver «la mano de Dios» detrás de todo lo vivido?
2. ¿Qué pecado tan terrible cometí para que Dios me tratara así?
3. Pero ¿no era necesario que el Mesías padeciera?
4. ¿Sucede todo para el bien de los que aman a Dios? (cf. Rom 8,28)
5. ¿Abrazar la cruz?
6. Si Dios me ama con amor eterno, ¿por qué no hizo nada para impedir el abuso?
7. ¿Hay que hacerse como niños?
8. ¿Un Dios grande y fuerte?
9. ¿Ser granos de trigo?
10. ¿Son un estímulo los «mártires de la castidad»?
11. ¿Hay que perdonar y olvidar?
13. Acompañar el camino de fe de una superviviente
1. Acompañar en la depresión y la desolación
2. La noche oscura: ¿también Dios es un abusador?
14. Mi pobre experiencia como acompañante
15. La trampa se rompió (Sal 124)
Epílogo. La causa prioritaria
Bibliografía
Estrella lloraba sin parar, no lograba articular palabra. Intentaba contar cómo, de pronto, había sido asaltada violentamente por los tristes y dolorosos recuerdos de su infancia, que habían sobrevenido inesperadamente y despertado una tormenta en su alma.
Treinta años hacía ya que Estrella sufrió su primer abuso sexual por parte de un familiar, cuando tenía precisamente cinco añitos, los mismos que ahora cumplía su sobrina; la fiesta de cumpleaños de su adorada sobrina le hizo revivir en segundos aquella tarde fatídica en que fuera hecha pedazos su inocencia. Estrella, y Julia, y otros muchos están presentes a lo largo de este libro. Las heridas están curadas, pero las cicatrices siguen supurando.
Hay mucha y excelente literatura en cuanto a las consecuencias psicológicas que provoca el abuso y los caminos de terapia y reparación. Pero esos textos no están muchas veces al alcance del público general; están pensados para psicólogos, jueces, abogados, forenses, psiquiatras
pero no para el panadero, el albañil, la pescadera o la peluquera, o el catequista. Este libro pretende transmitir un conocimiento y unas herramientas que sean asequibles a todos.
Si algo puede ayudar a alguien a comprender su drama y su conmovedora lucha a lo largo de toda su vida, ya merece la pena. Ojalá contribuya a ese anhelo que tenemos como Iglesia de pasar de la cultura del abuso y del encubrimiento a la del cuidado y la protección.
La envergadura del drama de los abusos sexuales está reclamando una mirada humanizada. Echaba yo en falta voces de esperanza para las diferentes personas implicadas. Luis Alfonso nos muestra que hay esperanza, señala, en el prólogo, José Carlos Bermejo.