BARTOLOMÉ LAFUENTE, JUAN JOSÉ
El autor de este libro quiere responder la pregunta sobre lo específico de la vida consagrada a Dios, en el marco de la vocación de todos los cristianos al seguimiento de Cristo y a la santificación de la vida. Es obvio que esta pregunta no es nueva, como podemos comprobar si nos acercamos a los debates tenidos en el interior del aula conciliar en el Vaticano II, o si recorremos la reflexión que sobre la vida religiosa se ha elaborado en el posconcilio.
Para responder necesitamos situarnos en un contexto más amplio que podemos describir como una crisis cultural y teológica. Tras señalar que las transformaciones en la vida religiosa no obedecen solo a un dinamismo interno del Espíritu, sino también a la inevitable presión del contexto cultural social, constatamos que lo que está en cuestión es una articulación nueva de esa experiencia espiritual que da origen y sostiene la vida religiosa, vivida en el corazón de la modernidad, una modernidad que, como mínimo, ya no se profesa cristiana.
Si algo quisiera mostrar la reflexión recogida en este volumen es que la vida consagrada, tal como ha sido y sigue siendo pensada y regulada por la Iglesia hoy, queda insuficientemente fundada en el evangelio. Aquí se encuentra la raíz de su hondo malestar. Y también, sin desconocer sus evidentes logros, la causa de la pobreza de su testimonio.