FERNÁNDEZ BARRAJÓN, ALEJANDRO
Índice
Prólogo............................................................ 9
1. ¿Un libro sobre la escucha?........................ 11
2. El arte de la escucha.................................... 17
3. Se trata de escuchar..................................... 23
4. ¿Qué es la escucha?.................................... 31
5. Escucha y silencio....................................... 35
6. Escucha y paciencia.................................... 39
7. Escucha y ambiente..................................... 43
8. Escucha y mirada........................................ 47
9. Escucha y ansiedad..................................... 53
10. Escucha y oración..................................... 57
11. Escucha y caridad...................................... 63
12. Escucha y sabiduría................................... 67
13. Escucha y empatía..................................... 71
14. Escucha y ruido......................................... 79
15. Escucha y palabra divina.......................... 83
16. Escuchar para ser...................................... 89
17. Escuchar para hacer.................................. 95
18. Niveles de escucha.................................... 99
19. Dificultades para la escucha...................... 103
20. Actitudes en la escucha............................. 111
21. Escucha y respeto...................................... 115
22. La escucha hoy.......................................... 117
23. Escucha y lenguaje corporal..................... 121
24. Los grandes maestros de la escucha.......... 123
25. Escucha e Iglesia....................................... 129
Epílogo............................................................ 133
En los tiempos que vivimos predomina el rumor constante de la palabra, el ruido, el griterío, por lo que el silencio no encuentra su lugar a nuestro alrededor. Y, por lo tanto, la escucha no tiene ninguna posibilidad de hacerse un hueco en nuestro interior ni entre las relaciones humanas que mantenemos cotidianamente.
En estas páginas se presenta la escucha como el mejor medio para adentrarnos en nosotros mismos, para encontrarnos en profundidad con el otro, para aprender a escuchar a Dios y dejarnos interpelar por su misterio.
No es lo mismo oír que escuchar. Para oír no es necesario ningún esfuerzo. Pero escuchar significa prestar atención, hacer un paréntesis en nuestra actividad, reflexionar y poner en práctica lo que hemos escuchado. Para tener una auténtica experiencia de Dios es imprescindible hacer silencio y saber escuchar su brisa entre nosotros.